ORIENTACION LABORAL

 

EL Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Alimenticia Empacadora, Envasadora y Comercializadora (reg. 5947) somos una organización que cumplimos estrictamente el mandato que la Ley Federal del Trabajo obliga a todo Sindicato Legalmente constituido.

 

Entre las obligaciones que la Ley Federal del Trabajo nos demanda hay varios artículos que iremos comentando, el primero que queremos resaltar es el Artículo 356 de la multicitada Ley que a la letra dice “Sindicato es la Asociación de Trabajadores y Patrones, constituidas para el estudio, mejoramiento y defensa de sus respectivos intereses” como un mandato legal el Sindicato asume su responsabilidad con preparar a sus agremiados y de acuerdo a su visión entendemos:

 

ESTUDIO: El Sindicato tiene la obligación de proponer proyectos de productividad, bonos de eficiencia y convenios suficientes, alcanzables y viables, en donde las dos entidades Empresa y Sindicato obtengan beneficios, a este ingreso extra se le denomina Salario Variable ya que depende de su cumplimiento será el beneficio obtenido, es también una obligación de la organización prepara a los comités y comisiones en revisiones salariales, contractuales, impuesto y reparto de utilidades.

 

MEJORAMIENTO: Entendido como condiciones de trabajo, tanto en higiene, seguridad y capacitación y hacer cumplir a la empresa y a los trabajadores de utilizar el equipo necesario para evitar incidentes o accidentes que pongan en riesgo la integridad física de los que laboran en la empresa, y la exigencia de la capacitación como medio de elevar sus ingresos con los convenios de productividad.

 

DEFENSA: Ante cualquier mal entendido, el dialogo y el acuerdo, la justa aplicación del art. 47 de la Ley Federal del Trabajo.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Alimenticia Empacadora, Envasadora y Comercializadora se plantea como una obligación el estricto cumplimiento de la Ley Federal de Trabajo.

 

 

Orientación Económica

 

¿Es la inseguridad alimentaria factor de riesgo para el sobrepeso?. La economía y el sobrepeso en México.

 

Justificación.

 

La Inseguridad Alimentaria ha sido estudiada y evaluada desde el punto de vista de desnutrición en poblaciones vulnerables: zonas rurales, desastres naturales y personas con patologías. Ha sido planteada como una condición  del estado nutricio a vencer para disminuir índices de desnutrición.

Sin embargo, actualmente la prevalencia de sobrepeso y obesidad presentan cifras más alarmantes en la población; es de cuestionarse el por qué si se presenta poca disponibilidad y acceso a los alimentos (condiciones elementales de la seguridad alimentaria) gran parte de la población presenta alteraciones por sobrepeso. La transición alimentaria de la población se ha caracterizado por un consumo elevado de alimentos densamente energéticos y con alto valor de saciedad y una disminución en la variedad de la dieta, lo que ha generado hábitos de alimentación poco saludables. Esta dinámica del estado nutricio de la sociedad actual requiere un análisis específico sobre estas posibles afecciones, demostrar la relación de cómo influye la inseguridad alimentaria en los altos índices de sobrepeso permitirá revalorar las acciones de prevención y control que se llevan a cabo actualmente.

En la ciudad de Querétaro hay 535,696 personas empleadas en el ramo industrial como trabajadores obreros (STPS, 2013) quienes refleja la mayor fuerza laboral del estado. Esta población es proveedora de los recursos alimenticios de sus familias, por lo que resultaría significativo valorar la calidad de la alimentación de las familias queretanas en esta muestra.

 

Antecedentes

 

El sobrepeso y la obesidad son un grave problema de salud pública en México, en la población mayor de 20 años de edad la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad (IMC > 25 Kg/m2) es de 73% en las mujeres y 69.4% en los hombres. Se observa a la vez una prevalencia de 64.5% de obesidad abdominal en hombres, 82.8% en mujeres y una prevalencia total nacional de 73.9%. (ENSANUT, 2012). No se presentan diferencias en las prevalencia de sobrepeso por tipo de localidad (urbana 38.8% vs. rural 39.1%). Sin embargo, la prevalencia de obesidad es 28.5% más alta en localidades urbanas. (Barquera Simón, 2012).

 

Los efectos del sobrepeso y obesidad en México, son reflejo de la situación global que describe la OMS, “Son el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad. Además, el 44% de la carga de diabetes, el 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad”. (OMS, 2012).

 

La inseguridad alimentaria se define como la disponibilidad limitada o incierta de alimentos nutricionalmente adecuados e inocuos; o la capacidad limitada e incierta de adquirir alimentos adecuados en formas socialmente aceptables. (Comité científico ELCSA, 2012). La inseguridad alimentaria puede ser tanto una causa como una consecuencia del deterioro económico, social, ambiental y político. La pobreza es la causa fundamental de la inseguridad Alimentaria ya que ella puede ser causa del desempleo o ingresos insuficientes que no permitan adquirir los alimentos necesarios de forma suficiente, el problema de muchos hogares es que la mayor parte o la totalidad de su trabajo y de sus ingresos apenas alcanza para cubrir sus necesidades en circunstancias normales y no tienen la capacidad de reserva para hacer frente a la falta de trabajo o la falta de alimentos complementarios. (Figueroa Dixis, 2005). Las dietas características de la población en situación de pobreza se caracterizan por ser de alta densidad energética y de baja densidad de nutrimentos, ya que aportan mayor volumen, saciedad y palatabilidad a un menor costo. Son dietas en las que predominan productos ricos en hidratos de carbono y lípidos, tradicionalmente no perecederos y escasa en verduras y frutas. Las dietas de alta densidad energética pueden llegar a aportar energía en cantidades considerablemente superiores de las que se requiere. (García E., 2008).  Tradicionalmente la inseguridad alimentaria ha sido estudiada en relación con la prevalencia de desnutrición, principalmente en zonas rurales y/o en poblaciones vulnerables; sin embargo, la dinámica de la sociedad actual  requiere estudios que se adapten a nuevas características. Se reconoce un proceso que se vive al interior de las familias, debido a que estas recurren a una serie de estrategias que les permiten hacer frente a la inseguridad alimentaria, primero se vive un periodo caracterizado por ansiedad y preocupación en torno a la provisión de alimentos disponibles. Luego, se ajusta el presupuesto del hogar, lo que afecta la calidad de la dieta y diversidad de los alimentos. En este periodo representa el nivel de inseguridad alimentaria más leve (nivel del hogar/leve). Posteriormente, los adultos limitan la cantidad y calidad de los alimentos que ellos consumen, lo cual corresponde a nivel moderado e inseguridad alimentaria (nivel adulto/moderado). Finalmente, se ven afectadas la cantidad y calidad de alimentos consumidos por los niños,  que es el grado más severo (nivel infantil/severo). (Mariana Cossío y Cols., 2012; Melgar H, 2005).

 

Estudios en México relacionan la inseguridad alimentaria con la prevalencia de sobrepeso u obesidad. Uno de ellos realizado en adolescentes de la ciudad de México, identificó que 4 de cada 10 adolescentes presentan inseguridad alimentaria y una frecuencia de sobrepeso del 30% y Obesidad cerca del 15%; la inseguridad alimentaria se relacionó con mayor riesgo de acumulación excesiva de grasa en el abdomen, lo cual atribuyen a posibles cambios en la conducta alimentaria relacionados con la pérdida de la capacidad para regular el consumo de alimentos. (Ortiz Hernández y Cols., 2012).  Un segundo estudio realizado en escolares de la ciudad de México, observó que respecto a los que presentaban  seguridad alimentaria, los que experimentaban inseguridad moderada o severa tuvieron mayor riesgo de presentar sobrepeso y dicha referencia fue independiente del estrato socioeconómico, edad y sexo. (Ortiz y Cols. 2007).

 

La información vertida en la ENSANUT 2012 permite observar que, en el ámbito nacional, la mayoría de los hogares mexicanos en inseguridad alimentaria se encuentran en la clasificación de inseguridad leve (41.6%) y el 28.2% de los hogares que experimentan inseguridad moderada y severa. Estratificando la información por zona de residencia, resalta que 80.8% de los hogares que viven en el estrato rural fueron clasificados en algún nivel de inseguridad alimentaria: 45.2% en leve, 22.4% en moderada y 13.0% en severa. En el estrato urbano se observó una prevalencia menor en las diversas categorías de inseguridad alimentaria en relación con la situación en hogares rurales: 67.0% (40.6% en inseguridad leve, 16.5% en moderada, 9.7% en severa). (Shaman Levy, 2012). En la ciudad de Querétaro,  entre 2008 y 2010 la carencia en el acceso a la alimentación  aumentó de 17.9% (313 millones de personas) a 21.4% (393 millones de personas). (CONEVAL, 2010).

 

 Los efectos de la inseguridad alimentaria son múltiples al incrementar no sólo los riesgos de desnutrición, sino al exacerbar también los conflictos y la inestabilidad política, con efectos muy directos también sobre la productividad y la economía de los pueblos. (ELCSA, 2012). A nivel individuo, la salud se ve afectada al contraer enfermedades crónico-degenerativas, tales como diabetes mellitus, hipertensión arterial e incluso algunos tipos de cáncer. A su vez, estas afecciones impactan a los sistemas de salud que deben enfrentar mayor afluencia de pacientes en busca tratamientos específicos.

Dado que la inseguridad alimentaria se basa en la capacidad de acceso a los alimentos, la medición de la inseguridad alimentaria debería centrarse asimismo en el acceso y no solamente en algunas de sus causas (por ejemplo la falta de disponibilidad de alimentos o los niveles de pobreza) o solo en algunos de sus efectos (por ejemplo la desnutrición crónica en niños, la baja diversidad de la dieta). (ELCSA, 2012). Es precisamente el mencionado acceso a los alimentos, el posible factor clave que ha desencadenado la relación inseguridad alimentaria–sobrepeso/obesidad. Todos los que padecen de hambre sufren de inseguridad alimentaria, pero no todos los afectados por la inseguridad alimentaria sufren de hambre, pues existen otras causas de inseguridad alimentaria, incluidas la ingesta insuficiente de micronutrientes. (OMS, 2012).

 

Referencias

 

Barquera S., Campos I., Hernández L., Pedroza A. 2012. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, Resultados Nacionales 2012.

Comité científico de la ELCSA. 2012. Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA): Manual de uso y aplicaciones. 10-12.

Consejo Nacional de la Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL. 2010. En: http://www.coneval.gob.mx/Informes/Interactivo/interactivo_entidades.swf Recuperado: Mayo 30, 2013.

Cossío M., Alonso M., Herrera M., Matamoros J., 2012. Dimensiones de la Seguridad Alimentaria desde la óptica nutriológica. Revista Salud Pública y Nutrición. Nº3. Vol. 13.

FAO. Una introducción a los conceptos básicos de la seguridad Alimentaria. La Seguridad Alimentaria: información  para la toma de decisiones. Guía Práctica. 2011. 3.

Figueroa P. Seguridad Alimentaria y Nutricional. Determinantes y vías para su mejora. Revista Salud Pública y Nutrición. No 1. Vol 6.

García E., De la Llata M., Kaufer M., Tusié-Luna M., Calzada-León R., Vázquez-Velázquez V., Barquera-Cervera S., Caballero-Romo A., Orozco L., Velásquez-Fernández D., Rosas-Peralta M., Barriguete-Meléndez A., Zacarías Castillo R., Sotelo Morales J. 2008. La obesidad y el síndrome metabólico como problema de salud pública, una reflexión. Salud Pública de México. Nº 6. Vol. 50.  530-547.

Melgar H., Zubieta A., Valdez E., Whitelaw B., Kaiser L., 2005. Validación de un instrumento para vigilar la inseguridad alimentaria en la sierra de Manantlán, Jalisco. Salud Pública México. Nº. Vol. 47. 413-422.

 Organización Mundial de la Salud.2012. Obesidad y Sobrepeso. En  http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/ Recuperado: Mayo 2013.

Ortiz L., Rodríguez M., Melgar H. (2012). Obesidad, conducta alimentaria e inseguridad alimentaria en adolescentes de la ciudad de México. 436-440.

Ortiz  L., Acosta M., Nuñez A., Peralta N., Ruiz Y. 2007.  En escolares de la Ciudad de México la inseguridad alimentaria se asoció positivamente con el sobrepeso. 34-39.

Secretaría de Trabajo y Previsión Social. 2013. Subsecretaría de empleo y productividad laboral Querétaro. En http://www.stps.gob.mx/bp/secciones/conoce/areas_atencion/areas_atencion/web/pdf/perfiles/perfil%20queretaro.pdf recuperado: Junio 2013.

Shamah  T., Mundo V., Martínez J., Rivera  J., Mayo T.. 2012. Seguridad Alimentaria. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, Resultados Nacionales. 144 – 146.

 

 

Acerca de

El Sindicato Nacional de Alimentos de la República Mexicana es una organización de alcance nacional.

 

Tenemos un enfoque de contribución y trabajo en equipo entre trabajadores y empresas.

 

Si desea entrar en contacto con nosotros lo invitamos a visitar nuestra sección de contacto donde podrá escribirnos o a través de los comentarios en nuestro blog o nuestras redes sociales.

 

Si desea tener información sobre nutrición, tips laborales y Seguridad Alimentaria, asi como el día a día de nuestro sindicato, lo invitamos a seguirnos y estar en contacto.

 

Contacto

Blog y Redes Sociales

f

© 2013 LOS DISEÑOS DE LOGO, IMAGEN Y WEB SON PROPIEDAD DE SINAE. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN EN CUALQUIER MEDIO.